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REFUGIADOS

La verdad detrás del número 

¿Qué ocurre en los países de procedencia de los refugiados que llegan a Grecia?

La crisis de los refugiados que provienen de Oriente Medio, de los últimos años sobre todo, debe ser gestionada especialmente, entre otras cuestiones, desde el Derecho Internacional. Éste es el que regula en el ámbito internacional las diferentes áreas que afectan a esas personas y a la gestión de su travesía desde que salen de su país de origen. Algunas de esas partes del Derecho Internacional ya existían, mientras que otras han tenido que ser modificadas y algunas, creadas. Destacan especialmente la regulación de la movilidad por Europa y el espacio Schengen, el tratado firmado con Turquía en marzo del año pasado y el derecho de asilo y como refugiado

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Desde que comenzó la crisis de los refugiados, los mayores puntos de entrada han sido los situados en Europa del este, tanto por mar como por tierra. Destacan Turquía y Grecia, el primero por ser el trampolín hacia Europa y el segundo por ser el primer destino europeo que encuentran. Sin embargo, los refugiados han acudido a Grecia como país de paso para llegar a sus verdaderos destinos, sobre todo en Europa central, aprovechando el espacio Schengen.

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Este acuerdo fue firmado por aquellos países de la Unión Europea dispuestos a crear un espacio común con el objetivo de suprimir las fronteras entre estas naciones, para promover la seguridad, la inmigración y la libre circulación de personas. Muchos de los países afectados por la crisis forman parte del mismo, pero ya son pocos los que lo cumplen.

Desde la llegada en 2015 de un millón de personas a la Unión Europea, según la Organización Internacional para las Migraciones, la mayoría de los países que forman el tratado se han echado para atrás. Hungría dio el primer paso en verano de 2015 con la construcción de vallas en sus fronteras con Serbia y con Croacia, y a estas les siguieron las construidas por Austria en su territorio más pegado a Eslovenia y por Alemania en su frontera con Austria. A esta práctica se unieron sucesivamente Francia, Suecia, Dinamarca y Noruega.

Esta omisión del acuerdo Schengen, por parte de sus miembros, dejó a Grecia como única puerta de entrada a Europa, aislada, con llegadas diarias de refugiados y cuya mayoría queda atrapada en su territorio.

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El 17 y 18 de marzo de 2016 se firmó el acuerdo de la Unión Europea con Turquía con el objetivo de solucionar la situación de ahogo de Grecia. Se pactó la devolución a territorio turco de los nuevos inmigrantes irregulares que cruzaban desde Turquía a las islas griegas, la política era un refugiado reasentado en la Unión Europea por cada refugiado devuelto a Turquía. Este acuerdo fue muy criticado por muchos sectores de la comunidad internacional a causa del intercambio ofrecido por la Unión: el desembolso a Turquía de 3.000 millones de euros hasta 2018, además de dar nuevos pasos en las negociaciones para la adhesión a los 27 y la liberalización de visados a los ciudadanos turcos. Desde la firma de este acuerdo, la llegada de refugiados a Europa se ha reducido un 72%.

Una vez frenado el flujo de refugiados, se debía controlar las entradas en los países de acuerdo con el derecho de asilo, regulado por el Cuarto Convenio de Ginebra y el Protocolo Adicional I, siendo uno de sus casos la protección a la sociedad civil.

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Una de las principales cuestiones que se debe entender es la diferencia entre solicitantes de asilo y refugiados. La Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados reconoce como refugiado a “la persona con temor por una persecución en un país por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, y que se encuentra fuera de su país de nacionalidad por ello y no puede o quiere regresar a él por esos motivos”. Según, ACNUR, el solicitante de asilo "Es aquella persona que habiendo formalizado una solicitud de protección internacional (también llamada solicitud de asilo) no ha recibido una respuesta definitiva (resolución) sobre su caso por parte de las autoridades [españolas]. Hasta que haya una decisión definitiva, cualquier proceso de devolución, expulsión o extradición que pudiera afectar al solicitante quedará en suspenso. Es lo que se conoce como principio de no devolución (“non – refoulement” en francés) e implica el derecho a no ser devuelto a un lugar donde la vida o integridad física del solicitante de asilo corra peligro".

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Se considera el asilo como una forma de protección internacional a una persona perseguida en su país por razones políticas o ideológicas. En relación al asilo territorial, son los países los que deciden las condiciones que las personas deben reunir para concederles este derecho recogido en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Dos principios básicos consuetudinarios que recoge la resolución 23/12 de Naciones Unidas obligan a que los demás estados deben aliviar la carga de un Estado si éste considera compleja su situación para poder conceder o mantener el asilo.

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Esta es la situación. Actualmente, son más de 62.000 los solicitantes de asilo que se encuentran en el país esperando una resolución sobre su futuro. En el país existen 50 campos de refugiados en los cuales las familias viven a la espera de seguir su camino. En estas condiciones, la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 compromete a los estados firmantes a reconocer los siguientes derechos:

  • Derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

  • Derecho a buscar asilo y a disfrutar de él.

  • Garantía contra la tortura, las penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.

  • Garantía contra la esclavitud y la servidumbre.

  • Reconocimiento de la personalidad jurídica.

  • Libertad de pensamiento, de conciencia y de religión.

  • Garantía contra las detenciones y los arrestos arbitrarios.

  • Garantía contra las injerencias arbitrarias en la vida privada, la familia y el domicilio.

  • Libertad de opinión y de expresión.

  • Derecho a la educación.

  • Derecho a tomar parte en la vida cultural de la comunidad.

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Los campos de refugiados más habilitados ofrecen comida, tienen agua potable y electricidad, autobuses que acuden allí para recoger a los niños y llevarlos al colegio, formación para todas las edades y servicios sanitarios, además de los otorgados por el estado griego. Sin embargo, una gran labor en Grecia la están realizando las ONGs que allí ayudan a través de donaciones de dinero, además de ropa, juguetes o productos de aseo.
 



 

Para conseguir su reconocimiento como refugiados y entonces poder ser reubicados, deben seguir diferentes pasos. En primer lugar, al llegar a las costas han de registrar su solicitud en una oficina de asilo, lo cual ha sido un grave obstáculo debido a la saturación de las mismas. Después, las autoridades griegas revisan el archivo de solicitudes y eligen el destino más conveniente de acuerdo con las relaciones que tienen o podrían tener los solicitantes. Tras ello, los países expresan su voluntad para acoger y comienzan a recibir, entonces, expedientes de personas que pasan controles de seguridad (tras ya haber superado el de Grecia). Aceptada la solicitud, se buscan a los solicitantes en los campos de refugiados, se les facilita los detalles de su reubicación y se realizan las gestiones del traslado (gestionado normalmente por la Organización Internacional para las Migraciones). Al llegar al país de destino, son distribuidos en centros o viviendas y a partir de ahí, residen con el reconocimiento los derechos antes enumerados.

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El diario El País publicó durante el mes de marzo que del 1.2 millones de solicitantes actuales de asilo, seis de cada diez piden ir a Alemania, el 10% a Italia, el 6% a Francia y el 4% quieren quedarse en Grecia. Sin embargo, de todas las peticiones de asilo realizadas, los países de la Unión Europea únicamente han cumplido el 10% de lo acordado. Este es el mayor impedimento que la crisis de los refugiados representa actualmente: la voluntad de los estados para acogerlos en sus países. No tiene importancia, por tanto, que el resto de mecanismos funcionen si el fin para el que tanto trabajan les cierra, muchas veces literalmente, la puerta cuando llaman. 

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Enlaces de interés 
Información de la Secretaría Griega de Comunicaciones para los Refugiados y la Crisis Migratoria: 

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Información de la Embajada de Grecia en España sobre la crisis de los refugiados: 

Diferencia entre refugiado y solicitante de asilo
Acuerdo entre Europa y Turquía
Espacio Schengen
Proceso de solicitud de asilo
ENTREVISTA 
"Vivo con el miedo de que un buen día se cansen de esperar en Grecia y soliciten su regreso a Siria"

Noemí junto a Razan, una niña siria que conoció en Idomeni y que hoy vive en España.

Noemí Peral (Comunicación Audiovisual 2011) llevaba tiempo sintiéndose frustrada cada vez que veía en la televisión las imágenes de los miles de refugiados que huían de la guerra y que tenían que hacer frente a muchas trabas burocráticas y sociales para ser acogidos en Europa. “Sentía la necesidad de estar allí y abrazarles. Cuidarles, gritar con ellos, darles todo lo que pudiera permitirme y dedicar mi tiempo a lo que de verdad importa”, comparte la alumni. Por este motivo emprendió junto a su hermana un viaje como “voluntaria independiente” que la llevó hasta el ahora desmantelado campo de

Idomeni (mayo 2016). Ha estado en Grecia en dos ocasiones y ha podido vivir el proceso de acogida de dos familias sirias, que hoy residen en España.
 

P: Recientemente han llegado a España dos familias de refugiados que usted conoció durante su estancia en Idomeni. ¿Cómo era la vida de estas personas antes de la guerra?
R: Es una gran familia de ocho miembros, tres de ellos menores. Vivían en Damasco, una ciudad próspera en la que tenían sus chalets y sus trabajos. Allí los hombres eran chef, repostero y taxista, y las mujeres trabajaban como peluqueras y maquilladoras. Los niños estudiaban 4º y 5º de primaria. Jugaban, reían, se iban de vacaciones y eran tan felices como podamos serlo nosotros. Su vida antes de la guerra era como nuestra vida a día de hoy.


¿Cuál fue el detonante que les llevó a dejarlo todo para lanzarse a la búsqueda de una vida segura en Europa?

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