Los medios de comunicación desempeñan un papel fundamental a la hora de cubrir la realidad de los más de 62.000 refugiados que están retenidos en alguno de los 50 campos helenos. Grecia antes poco preocupaba a los medios europeos, ni al mundo en general. El interés mediático comenzó por la galopante crisis económica y la posible salida de Grecia de la UE. España comenzó a mirar más al país heleno cuando se percibió cierto paralelismo con el auge de partidos populistas. ¿Lo que estaba pasando en Grecia, podría llegar a ocurrir en España?

 

En un encuentro con los corresponsales españoles en Grecia, Ingrid Haak (EFE), María Antonia Sánchez Vallejo (EL País), Begoña Castiella (ABC y COPE), Óscar Valero (EFE, El Confidencial y Deutsche Welle) y el periodista griego Yannis Chryssoverghis (corresponsal para varios medios españoles), se debatió sobre el tratamiento informativo que hacen los medios sobre Grecia y la situación de los refugiados. Los comunicadores alertaron del error recurrente en España de comparar el fenómeno Syriza con Podemos. También destacaron un error hasta cierto punto recurrente a la hora de informar sobre esta realidad: el activismo-periodismo. En este sentido, la corresponsal del diario El País indicó que "el activismo es una cosa y el periodismo otra muy distinta, lo cual no quiere decir que los periodistas no nos impliquemos personalmente en muchos asuntos (y el de los refugiados es el primero de ellos). Pero para informar hay que tener mucho sentido de la contención y distancia respecto de las cosas que contamos. El activismo-periodismo (o el llamado en su día periodismo ciudadano, aunque no es lo mismo) no ofrece generalmente contexto y además siempre toma partido, algo que el verdadero periodismo no puede hacer". 

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Los periodistas destacaron que, según su experiencia, la importancia del rigor, la elección del lenguaje y el deber de evitar el activismo son imprescindibles para informar con veracidad, respetar la dignidad de las personas y no fomentar la xenofobia.