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HISTORIA DE ATENAS

El ayer y hoy de la civilización europea 

Un hombre observa al bebé que tiene en sus brazos con alegría, pero a la vez con la mirada cansada. Al lado, un chico mayor, probablemente su otro hijo, desbordado de emoción y con la intención de jugar con el bebé, lo despierta. El niño comienza a juguetear y a reírse con las boberías que le hacen el hombre y el joven. Es la imagen de una familia normal. Sin embargo, lo que no es tan normal es todo lo que han vivido hasta sentarse en el avión. Esta familia siria deja Grecia para comenzar una vida nueva en España. Y es curioso que el inicio de su aventura comience en el mismo suelo en el que se inició la civilización a la que, a partir de ese momento, se van a integrar. 

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Porque andando por Atenas, la capital de Grecia, un europeo puede encontrarse de lleno con su pasado y con su presente. Porque gran parte de lo que es hoy Europa, se debe a la civilización griega: historia, arte, democracia. El desarrollo de una civilización. Hoy Atenas, cuna de la democracia, patria de la filosofía, casa de grandes matemáticos, artistas y escritores, vive en su médula espinal la convivencia de su glorioso pasado y de su condenado presente. Esperando a que Europa se gire a ayudar a su tierra progenitora.

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De entre todos los conceptos que se asocian al nombre de Atenas, algunas de las palabras más recurrentes son: mitos y dioses. Y no es casualidad porque estos son los protagonistas de la creación de la ciudad. La historia de su fundación es conocida como el mito nacional de Atenas.

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Según la leyenda, en una época remota, el nombre de esta ciudad era Cecropía. Los 12 dioses del Olimpo decidieron reunirse en la cima de la Acrópolis para cambiar el nombre de la ciudad. La idea inicial era que uno de los dioses la adoptara y ofreciera su nombre. Los dos dioses interesados en hacerlo fueron Atenea, la diosa de la sabiduría, y Poseidón, el dios del mar. La diosa ofreció el nombre de Atenas y Poseidón el de Posidonia.  

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Ante estos candidatos Zeus, jefe de la democracia de los dioses, debía de tomar una decisión, pero se encontraba en una situación complicada. Si daba la ciudad a su hermano, Poseidón, Atenea, su hija, iba a estar enfadada con él. Si daba la ciudad a su hija, Poseidón, dios del mar, sería el que se enfadaría y era temible por el gran poder que poseía.

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Como solución, Zeus propuso delegar la elección a los ciudadanos, haciendo así un guiño a la democracia que vertebra la civilización griega desde el comienzo de su historia. Los hombres pidieron regalos pre-electorales a los dioses candidatos. En su lucha por la soberanía de la ciudad, Poseidón clavó primero su tridente en el suelo, del que brotó una fuente de agua salada. La diosa Atenea plantó junto a la fuente un árbol hasta ahora desconocido, el olivo. Finalmente la mayoría de la población votó por la diosa Atenea, cogiendo desde entonces el nombre de atenienses. La ciudad ya tenía dueño y nombre. Y así nació Atenas.

El mito de la creación de Atenas

Historia de Grecia 

La historia de Atenas comienza antes del nacimiento del mito. De toda la inabarcable historia que puede contarse de Grecia y de su capital, desarrollamos a continuación algunos puntos clave para entender cómo es la Atenas de hoy. Isidoro Jiménez, profesor de Relaciones Internacionales de la UFV, da algunas pinceladas sobre el desarrollo histórico de la ciudad.

Lugares de interés 

El siguiente mapa recoge la historia de algunos de los sitios más emblemáticos de Atenas, entre ellos la Acrópolis, el Museo Arqueológico Nacional de Atenas, visita obligada para los amantes de la Historia; el monte Licabeto, que ofrece la mejor panorámica de Atenas; La Biblioteca Nacional, la Academia Nacional, la Universidad de Atenas, la Catedral de San Dionisio (Católica), la Plaza Syntagma y la Catedral de la Anunciación de Santa María (Ortodoxa).

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