top of page

GRECIA

Ayer, hoy y... ¿mañana?

Grecia vive una situación complicada, no solo porque actualmente acoge a más de 60.000 refugiados, sino también porque desde 2008 se enfrenta a una profunda crisis económica de la que hoy día sus dirigentes no saben cómo salir. La cuna de la civilización europea, sola ante el peligro, aguarda. 

​

Los expertos Nieves Carmona, profesora de Economía de la UFV, e Isidoro Jiménez, profesor de Relaciones Internacionales de la UFV, explican, respectivamente, la situación Económica y Política griega, desde el momento en el que el país se adhirió a la Unión Europea. Los profesores también realizan algunas predicciones para el futuro más inmediato. 

OPINIÓN 

Abre la muralla

Un niño afgano en la frontera entre Grecia y la Antigua República Yugoslava de Macedonia ©Konstantinos Tsakalidis/SOOC

Hay signos y evidencias que caracterizan a un país, y que no vienen ni en los mapas, ni en las guías turísticas, ni siquiera los señala con exactitud meridiana el icono rojizo de Google Maps. Sin embargo, permanecen en el horizonte perpetuo de la historia y en la leyenda que arropa a las naciones. Francia fue lugar de refugio y acogida de los españoles que cargaron a cuestas con su alma al final de la guerra civil española; Portugal dio cobijo a los refugiados que huían de las guerras coloniales de 

Angola y Mozambique después de la Revolución de los Claveles; Argelia acogió a los saharauis que quedaron varados, como barcos encallados en la arena, cuando se intentó descolonizar, tarde, mal y nunca, el territorio que había sido español. En todos los casos, el Mar Rojo se abrió para que los parias pudieran alcanzar, ellos también, la tierra prometida.

Decir Grecia es algo así como identificar la puerta de Europa, la antesala del saber, el atrio del conocimiento, el útero en el que se desarrolló el embrión de humanidad. Decir Grecia es certificar la sabiduría, el pensamiento, la razón, el hombre, a fin de cuentas. Y Grecia también ha tenido su particular gesto que la ha hecho grande y potente desde su impotencia consumada. Un río de corrupción, desmanes políticos, problemas irresolubles, hastío, degradación y frustración inundó al país, sumiéndole en el fango glutinoso de la miseria social y económica. Todo parecía perdido, la imagen del país, destrozada, la estima como país, degradada. Olvidémonos de Grecia, de su ayer, de su contribución al control de las emociones humanas, de su vínculo entre Oriente y Occidente, de Pericles y de Homero, de Ulises, de Ítaca…

OPINIÓN 

Regreso al futuro

Sobre un  desvencijado coche de plástico, esos niños sirios esperan que den las doce en el reloj de la imaginaria torre del campo de refugiados. Es la hora bruja, el momento en el que la confluencia de la energía y  los deseos pueden hacer realidad el sueño: salir del presente para alcanzar  el mañana.

No hace falta la presencia enloquecida de Doc Brown, ni los presagios dubitativos de Marty Mc Fly. Con la imaginación, el deseo y un poco de ímpetu, basta. Sonríen porque la ilusión, y en este caso también la 

Autor: Javier Pérez García 

sonrisa, es lo último que se pierde. El primero, ufano, parece dispuesto a dirigir los designios de los otros dos. Se le reconoce cierta madera de líder. Quién sabe si mañana enarbolará la bandera de la libertad y proclamará la liberación del campo. El que está detrás, espera instrucciones. Ya tiene plaza segura. El que ha quedado apeado de la aventura ruega un hueco para vivir también la emoción. El trasto de plástico con ruedas, convertido en coche fantástico por unos instantes es todo su patrimonio, y con él están dispuestos a recorrer la larga senda de la esperanza, un camino tortuoso que les llevará, inexorablemente al futuro.
 

Gabriel Sánchez, doctor en Periodismo y profesor de la
Universidad Francisco de Vitoria. 

bottom of page