"El reto es el debate ético que va a suponer el uso que hagamos de la tecnología"
Autor: María Hammer | C_dPaz
Autor: Patricia Beleña
P: Hace unas semanas se publicaron en El programa de Ana Rosa unas fotos de la pantalla del móvil de Carles Puigdemont. ¿Cree que es ético que hayan captado y difundido estas imágenes?
R: Es un grandísimo debate. Tiene dos partes, la captación por un lado y la difusión por otro. Siempre hay una tensión entre dos derechos fundamentales como son la libertad de expresión y el derecho a la información y el derecho a la intimidad y la imagen. En esa colisión, los periodistas tenemos que defender la libertad de expresión sin vulnerar el derecho a la intimidad. Es el único sitio donde nosotros tenemos que poner el límite, en la intimidad de las personas. Pero en los casos en los que la libertad de expresión prima, para mí no hay debate. Es decir, lo vamos a ganar. Si acabamos ante un juez y tenemos que defender ante la Justicia la libertad de expresión de esa información, yo creo que en el 99,9% de los casos es defendible por muchas razones.
Si yo hubiera captado esas imágenes, las habría dado, seguro, haciendo las diligencias informativas pertinentes. Yo creo que estos mensajes de Puigdemont eran noticia. Pero sobre la captación hay un debate abierto y, además, de aquí al futuro inmediato la tecnología va a estar presente en la elaboración de la información. El reto es el debate ético y deontológico que va suponer el uso que hagamos de la tecnología y de nuestro acceso a la información a través de esta como periodistas.
P: ¿Es el periodismo de investigación, hoy en día, periodismo de filtraciones?
R: No, la filtración es una fuente sobre la que tú trabajas y elaboras informaciones de impacto cuando las tienes verificadas y comprobadas. En los Papama Papers, cuentan los compañeros que trabajaron en esos documentos, desecharon muchísimas informaciones que después resultaron no serlo, porque no eran de interés público, porque no había personajes públicos, etc. Yo creo que la filtración es una fuente más y sobre ese material hay que trabajar. No podemos darle a los oyentes o lectores el borrador de nuestro trabajo. Se merecen una información cerrada y verificada con todos los afectados.
P: Al hilo de la denuncia que recibió por parte de Ignacio González, ¿cuáles son los pasos que se siguen cuando un periodista recibe una denuncia? ¿Cómo se soportan las presiones?
R: Cuando me di cuenta de que ese tema se estaba complicando en los tribunales, y que había mucha presión política sobre la investigación a Ignacio González y a los negocios del Canal de Isabel II en el extranjero, es verdad que en lo personal nadie lo pasa bien cuando tiene presión, aunque sea connatural a nuestra profesión, eso nos va en el cargo. Sin embargo, el trabajo lo tienes que tener hecho de antes. Es decir, en el ejemplo del vídeo este de Colombia, cuando lo conseguí (es verdad que los tem-
pos informativos en el año 2009 eran más lentos que los de ahora) hice dos o tres diligencias que tenían que ver con verificar que había sido grabado en Colombia, quién había mediado para grabar ese vídeo… Cada periodista pone su listón deontológico, profesional... Quedaba aguantar la presión, que es lo que nos toca cuando llegan estos casos, y defender dos, tres declaraciones judiciales largas sin revelar la fuente en ninguno de los casos, porque no es que sea un derecho nuestro, también es una obligación profesional proteger a las fuentes y explicar muy bien la información que habíamos decidido.
