"En España existe mayor intervención estatal para exigir el cumplimiento de la libertad de prensa"
Sobre Trump y su conflicto con la prensa
P: Como ciudadana extranjera en Estados Unidos, ¿qué valoración hace del primer año de mandato de Trump?
R: Ha sido una gran novedad para todos, especialmente para los periodistas, que nos amoldamos cada día a una nueva forma de abordar la actualidad. Por ejemplo, cualquier tuit del presidente es susceptible de convertirse en titular y primera noticia del telediario, por lo que debemos ampliar forzosamente nuestro radar y considerar las redes sociales como fuente importante de información en lo que a política nacional se refiere. Al mismo tiempo, nuestra audiencia es mayoritariamente hispana e inmigrante, por lo que en su primer año de mandato hemos notado la preocupación continua de nuestros televidentes por las acciones ejecutivas del presidente, las negociaciones en Washington sobre la protección temporal DACA para los llegados como menores de edad a este país, los mensajes a los indocumentados, la construcción del muro, etc.
P: ¿Por qué cree que ha llegado Trump a ser presidente de EE.UU.?
R: Una complicada pregunta que después de estos 15 meses cuesta todavía contestar. Puede haber concurrido una serie de factores: ocho años del Partido Demócrata en la Casa Blanca, y por tanto la búsqueda de un cambio; la pérdida de fuerza de Hillary Clinton, también salpicada por varias polémicas; o las ganas de buena parte de los votantes de dar la oportunidad a un outsider o alguien, como se dice en inglés, de fuera del establishment.
P: ¿Ha influido en los medios de comunicación el hecho de que el presidente se haya puesto en su contra y dijera públicamente que son “el enemigo del pueblo americano”?
R: No en nuestra forma de dar la información. La clave está en no dejarse presionar y seguir trabajando independientemente de este tipo de opiniones. Ahora tenemos este presidente, pero quién sabe quién estará al mando en 2021. No podemos depender de lo que dicte el poder.
"Mi libertad de expresión no se ha visto coartada y podría afirmar que las condiciones son similares a ambos lados del Océano"
P: En relación con la libertad de prensa, ¿existe diferencia entre España y Estados Unidos?
R: He tenido la suerte de trabajar tanto en Europa como en Estados Unidos, y además en ciudades bien diferentes (Madrid, París, Miami y Chicago). A nivel personal, teniendo en cuenta que he trabajado en distintos medios de comunicación, mi libertad de expresión no se ha visto coartada y podría afirmar que las condiciones son similares a ambos lados del océano. Creo que las mayores diferencias llegan en lo que a la legislación se refiere: en España (y Europa) existe mayor intervención estatal y gubernamental para exigir el cumplimiento de la libertad de prensa, mientras que la Primera Enmienda de Estados Unidos defiende la neutralidad del Gobierno ante el derecho a la información.
P: Frente al auge de las fake news, ¿qué cree que pueden hacer los medios de comunicación?
R: Considero que los medios y los periodistas deben seguir formándose para ofrecer la mejor información, sin miedo a que los mandatarios critiquen el resultado de su trabajo. Esa sería la mejor herramienta para combatir las llamadas falsas noticias.
La visión de EE.UU. sobre la crisis catalana
P: ¿Qué opinión tienen los estadounidenses sobre la independencia de Cataluña y la actuación del Ejecutivo?
R: Desafortunadamente, llegó un flujo tan elevado y diverso de información, que muchos me siguen preguntando qué es lo que realmente está ocurriendo en España, pues la mayoría aseguraba no enterarse bien de la historia a través de los medios. En general, generaron un gran impacto las imágenes de las manifestaciones en Barcelona y aunque se mostraban en general muy contrarios a la violencia en las calles, la mayoría de personas que me preguntaron reconocían no tener clara la situación.
P: ¿Qué valoración hace de la cobertura del desafío separatista catalán que están llevando a cabo los medios estadounidenses?
R: En general, les han impactado las imágenes de la violencia callejera y de las protestas juveniles, si bien, a mi entender, ha faltado un análisis más profundo sobre el asunto. En los programas de noticias de este país se dio una cobertura seguida del asunto, pero sin profundizar más que lo estrictamente necesario. Estamos de acuerdo en que la complejidad del desafío catalán es un hecho, y que incluso como españoles nos cuesta entender bien los factores que han desembocado en la polémica, así que pueden imaginar lo que es para alguien que ni siquiera ha viajado a España tener una idea real de lo que pasa cuando muchas veces les llegan resúmenes de apenas 30 segundos.
Esto no es diferente a lo que ocurre en España. Se explica con el ejemplo del avión que me dieron hace ya algunos años en redacción periodística en nuestra universidad: “Se cayó un avión y murieron 50 estadounidenses, 40 franceses, 30 chinos, 20 australianos y un español”. Cualquiera de los telediarios españoles abrirá con la muerte del español, independientemente de que haya cientos de muertos de otras nacionalidades.
Autor: María Hammer | C_dPaz