"Los medios de comunicación, al final, son parte de este mundo y también están divididos"
P: ¿Qué recorrido tendrán las políticas migratorias restrictivas que está aplicando Trump?
R: Trump ha sido un provocador nato desde que llegó a la Casa Blanca, que no solo ha provocado en el sentido migratorio, sino en muchos otros. El anuncio de trasladar la capitalidad de Tel Aviv a Jerusalén ha incendiado la mecha en el mundo árabe. También, las graves acusaciones e insultos contra El Salvador y Haití, contra los ciudadanos de ese país y, ahora, un nuevo apartado más, es ese veto migratorio que se amplía en este caso también a mucha gente que había conseguido la entrada en Estados Unidos y de repente se tiene que ir. Es un problema muy grave del que el mundo entero está pendiente y tiene que estar pendiente.
P: ¿Cree que los medios trasladaron de forma adecuada la información de Trump de reconocer Jerusalén como capital de Israel o contribuyeron con la cobertura mediática al malestar social?
R: Con ese tema, el mundo está muy dividido. Están los países que apoyan a Israel y los que apoyan a Palestina. No hay medias tintas. Los medios de comunicación, al final, son parte de este mundo y también están divididos. En este caso, creo que Trump encendió la mecha del mundo árabe y el mundo entero tenía que reaccionar. En cuanto a los medios de comunicación, creo que han reaccionado exactamente igual que el mundo. Está quien está con Netanyahu (primer ministro de Israel) y quien está contra él.
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"África tiene algo que es más desconocido porque nos centramos en otros países y damos por perdido el tema africano"
P: ¿Por qué decidió focalizar su trabajo para el medio Código Nuevo en coberturas sobre África?
R: Me gusta mucho viajar y me gusta mucho este continente. África Negra es una de las cosas que más me gusta. Lo he conocido bien. He estado en países haciendo proyectos de cooperación, como, por ejemplo, en prensa cubriendo algún proyecto de España con ONG. También he estado en países como Senegal, Mozambique, Gambia, Liberia, Marruecos, Sudáfrica. Me he focalizado en África Negra. De hecho, hace muy poco me tocó ir a una cumbre de Estado, una cumbre de la Unión Europea Africana que se celebró en Costa de Marfil y estuve con Mariano Rajoy. Hay mucho que hacer y, sobre todo, mucho que contar. Si se hace mucho, pero no se cuenta, se deja de hacer. Necesita mucha ayuda y hay muchos países en los que, lamentablemente, pasamos por alto todo lo que está pasando. En Sudán del Sur es una desgracia lo que está ocurriendo desde que se independizó el norte y llevan cinco años de guerra. Sin embargo, los medios estamos más pendientes de otras cosas, hoy con el tema de Cataluña y mañana será otra cosa.
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¿Cuáles son las claves para informar sobre países como África, respetando en todo momento la dignidad de la persona?
R: Primero, hay que informar desde allí conociendo el terreno. Informar desde lejos siempre es muy complicado. Informar desde allí, in situ, conociendo a la gente con la que hablas y, al final, siendo un mero contador de historias. Un intermediario entre lo que están viviendo allí y lo que te cuentan, y nuestro mundo, nuestra realidad, que es muy diferente y no tiene absolutamente nada que ver. De la manera más franca posible que se pueda informar, con lo que ven tus ojos, con lo que escuchan tus oídos y simplemente transmitirlo al mundo entero para que se conozca lo que está ocurriendo a unos kilómetros de aquí, como es el caso Marruecos, que está a 14 kilómetros de España.
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